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Matthew Lopez, director de ‘Rojo, Blanco y Sangre Azul’: “Le dije a los productores que si no encontraba al reparto ideal, no haría la película”

El director habla con LOS40 sobre su debut cinematográfico, y la música española de la película

Redacción LOS40
15/08/2023

Llevar a la gran —o pequeña, todo depende de qué tipo de suscriptor de Prime Video seas— pantalla un fenómeno que suma más de un millón de copias vendidas no es tarea fácil, aunque Matthew Lopez no parece alguien que se achante ante un reto. Buena prueba de ello es La Herencia, una de las obras que más le ha asentado como uno de los dramaturgos más exitosos de los últimos años.

Rojo, Blanco y Sangre Azul supone su debut cinematográfico, con una trama que no podría plasmar mejor la celebración del colectivo LGTBiq+ y, a la vez, los tabúes a los que tiene que seguir haciendo frente. El Príncipe Henry de Inglaterra y el hijo de la Presidenta de Estados Unidos se enamoran, con todo lo que eso conlleva, y tendrán que pasar por todo tipo de adversidades con tal de mantener su relación a flote.

En LOS40 hemos querido saber más sobre el proceso de creación de la película, así como el papel de la representación en la misma y cómo eligieron una banda sonora que tanto gustará a la Generación Z —sí, también le preguntamos sobre qué hace Rigoberta Bandini en ella—. Y él, como buen guionista, nos ha respondido de la mejor manera posible:

¿Cuál ha sido tu relación con Casey McQuiston durante la creación de la película?

Fue bastante ideal, Casey confiaba mucho en mí y me dejaba solo cuando lo necesitaba para hacer mi versión de la historia. Pero ella estaba siempre al otro lado del teléfono cuando lo necesitaba, ya fuera con una pregunta o alguna idea que tuviese. Casey siempre estaba ahí. Mi parte favorita de haber trabajado con Casey en esta película es que, cada vez que teníamos una decisión de casting y aceptaban, yo le decía a ella quién era el que iba a hacer el papel. Fueron muchas semanas, muchos actores y una relación tan tierna como de trabajo duro.

El casting sigue siendo de lo más aplaudido. ¿Fue difícil dar con ellos?

Sí, si lo fue. Fue un proceso duro y muy, muy, largo. Después de ver a cientos y cientos de actores para Alex y Henry, sobre todo para Alex. Fue increíblemente satisfactorio saber que hay tantos actores latinos con talento ahí fuera; pero sí, fue como enhebrar una aguja. Dos agujas, más bien. No, tres, porque no solo estás buscando a Alex y estás buscando a Henry, también estás buscando a Alex y Henry. Y eso fue lo más difícil. Le dije a los productores que si no encontraba al reparto ideal, no haría la película, por lo que estoy contento de no haber tenido que decantarme por esa opción.

En la película, al igual que en la novela, se trata un tema poco visto en la ficción como es el debate interno de una persona que está descubriendo su bisexualidad, a la vez que la importancia de reivindicar la existencia de las personas bisexuales. En el rodaje, ¿tenías en cuenta la importancia de plasmar este tipo de tramas en una película dirigida al público mainstream?

Sí, bueno, es en parte por lo que soy ‘contador de historias’ es por eso. Creo, especialmente, está muy claro en la novela que Casey le ha dado a Alex mucho espacio como personaje bisexual, y quería honrar eso. Esto no es una película sobre dos hombres gays, es una película sobre un hombre gay y otro bisexual que se enamoran el uno del otro. Y no tener en cuenta la bisexualidad de Alex es borrarle como persona. Lo que tuvimos muy claro es que esto no iba sobre una persona que está confusa con su sexualidad, en absoluto. Es sobre una persona que está aprendiendo la totalidad de su sexualidad. Para mí hay una gran frase del libro que puse en la película, que es: “La B de LGTBq no es muda”. Y eso fue uno de los mantras para hacer la película en cuanto a representación se refiere.

Se anticipa todo un fenómeno gracias al éxito del libro, que tuvo gran éxito en la literatura LGTB. ¿Crees que es importante hablar de este tipo de películas potenciando su trama queer, o considerarlas simplemente comedias románticas, sin distinciones?

Creo que todos podemos tener nuestro pastel y comerlo. Pienso que es imposible pensar en esta historia si no fuera queer, no creo que funcionara. Está en su ADN, necesita ser queer. También te diré que mis comedias románticas favoritas van sobre gente heterosexual, y no recuerdo a Rob Reiner dando entrevistas sobre la heterosexualidad de Harry y Sally (de la película Cuando Harry encontró a Sally), simplemente hablaba de la película que él había hecho. Pero sí que pienso que hay una manera de hacer historias queer que eventualmente se vuelvan tan comunes que sean juzgadas por otros criterios. Y de este modo, se pase a comentar de la misma manera que cualquier cineasta heterosexual.

La película es de lo más contemporánea en cuanto a música se refiere. Tú fuiste uno de los encargados de elegir la banda sonora, ¿cómo ha sido crear este universo musical?

Fue divertido. Cuando ya estaba algo estresado por la película y quería desconectar, me iba a mi despacho y me ponía a escuchar lo que me había pasado el supervisor de música. Y ha terminado siendo una de las partes más divertidas de la película, crear la banda sonora, no solo la original.

Era muy importante para mí incluir a músicos, compositores y cantantes queer en la película

Vemos a Rigoberta Bandini, algo que seguro que agradecerán los espectadores españoles; además de un montón de artistas latino. Muchos de ellos pertenecen o son referentes en el colectivo LGTBiq+, ¿es casualidad?

Le hemos puesto mucho mimo a la banda sonora, y yo fui muy firme en cuanto a que quería música en español, en todo su espectro. Además, era muy importante para mí incluir a músicos, compositores y cantantes queer en ella. Otra cosa que hice fue, egoístamente (se ríe) fue ponerle el desafío al supervisor de música de encontrar un lugar en la película en el que colocar una canción de un musical. Y lo consiguió regrabando If I Loved You, de Carousel.

Tú mismo tienes raíces latinas. ¿Notaste una conexión especial con la historia de Alex?

No recuerdo haberme encontrado antes un personaje como Alex, ni en la literatura ni en el cine. Claro que ha habido representación queer de personajes latinos en el pasado, pero nunca como Alex. Alguien que sea increíblemente inteligente, tan preparado, tan bobalicón a veces… Un protagonista encantador. Es tan extraño que nos pidan contar historias sobre este tipo de protagonistas románticos latinos. Yo amo a Henry, le llevo en el corazón, pero solo le puedo entender si me pongo en un supuesto sobre mi vida; a Alex le llevo fuera y dentro. Y ha sido muy divertido trabajar con Taylor (Zakhar Perez), actor mexico-estadounidense, para crearle.

Rojo, Blanco y Sangre Azul ya está disponible en Prime Video.

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